¿Sus marcas están seguras?

Hay empresas que registran marcas ad cautelam, por si en el futuro quisieran utilizarlas o para impedir que la competencia pueda usarlas. Las consideran un patrimonio más de la Compañía, un activo valorable en sus cuentas. Otras mantienen marcas mixtas desde antiguo, consistentes en una denominación y un gráfico o etiqueta. Con el paso del tiempo, el nombre sigue siendo el mismo, pero el gráfico se ha ido acomodando a nuevas estéticas, sin que hayamos registrado el nuevo grafismo.

Las marcas tienen su vigor efectivo los primeros cinco años, en los que se pueden oponer a la solicitud de registro por terceros de otras marcas con denominación o gráfico idéntico o que muevan a la confusión. Transcurrido ese plazo, la oposición pierde efectividad si la otra parte exige la “demostración de uso” de la primera marca registrada. Si no es posible, el nuevo solicitante tiene todas las de ganar y la nuestra puede quedar anulada o, en el mejor de los casos, ser coexistente con la nueva solicitada.

Lo mismo puede suceder con marcas que son bandera de la empresa, que nuestro agente de marcas ha ido renovando en los plazos establecidos, pero que hemos variado en su grafismo, coloración, formas o elementos integrantes. En tal caso, la marca que se usa es distinta a la registrada y, en consecuencia, queda fuera de la protección legal que otorgan las marcas concedidas. Es decir, podríamos perder la marca y, en el mejor de los casos, su exclusividad.

Los asociados de Magna Res Comunicación expertos en Patentes y Marcas alertan sobre estos peligros que afectan a una parte estratégica y esencial del patrimonio empresarial. La recomendación: conocer con exactitud la fortaleza y debilidades de nuestras marcas y signos distintivos registrados, mediante una auditoría de marcas. Pidan más información a través de nuestra sección “contacto” o en nuestro teléfono +34 607458073. Nuestros expertos les atenderán con prontitud y eficacia.